Desayuno un poco tardio

No tardo mucho en llegar al gran comedor junto con Valery, en cuanto estuvo dentro dirigió a la chica hasta la mesa de Gryffindo, que por suerte aun se podía encontrar un poco de comida del desayuno. Suspiro aliviado al darse cuenta de que tampoco era muy tarde para desayunar.

Se sento y espero a que Valery se sentara, pues habría sido de mala educación que se hubiera puesto a comer sin esperar a que ella también estuviera lista para desayunar. Así que espero en silencio.

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Llegaron al gran comedor tomados de la mano, pero en cuanto atravesaron la puerta se soltarón.

"Es tan típico, pero aún así innevitable" penso mientras le saltaba el corazón, producto no solamente de correr hacia el castillo.

Después de que los dos estuvieron sentados prosiguieron a desayunar copiosamente, los dos tan hambriados como estaban desde que se levantaron.

Después de un enorme plato de hotcakes y varios pastelillos de chocolate, Valery suspiró satisfecha.

-Me alegro que alla quedado algo para estas horas, los elfos hubieran armado un escandalo si me metía a la cocina en busca de comida -dijo sin que cupieran dudas de que realmente lo haría. Luego miró a Gilbert y sonrió sin poderse contener.- Tienes.. tienes migajas en tu cara -le dijo, señalando el lugar donde se encontraban los restos de pan, cerca de la comisura de la boca. Le parecía adorable, como esos niños despreocupados que tanto le gustaba ver jugar en los parques muggles de su ciudad.