Un encuentro desagradable

-Hey cuatro ojos!- Guifré había visto a Aliazars y había decidido torturarlo un poco y empezar la lenta labor de convertirlo en el hazmerreir de la escuela.- ya creía que te alimentabas de polvo!- algunas risas de fondo.

Aliazars,de buen humor hasta ese momento tardó tressegundos en girarse y contestar, los necesarios para relajar su mente

- Veo que has sido capaz de separarte del espejo a tiempo para merendar, Guifré.

- Estamos envalentonados hoy, eh? este año también harás lo posible para no estar en el equipo de Quidditch, Verdad? Sabiendo que el mejor de nuestra escuela está aqui te asusta

- De Narciso nada tienes que envidiar*-respondió calmadamente, y disfrutando de la perplejidad de Guifré, que con algo de suerte se retiraría para burlarse de el a sus espaldas... era terriblemente prececible.

-Quien...? Bah, da igual, paso de perder mi tiempo contigo- empezó a dirigirse a la mesa Gryffindor,mientras se alejaba Aliazars murmuró:

- Eso, eso, que cuanto mas gastes conmigo menos te podras dedicar a ti mismo- Si Guifré lo oyó, hizo como que no lo había hecho, por lo pronto ya le había fastidiado la mañana a Aliazars y eso era suficiente.


*((En la mitología griega, Narciso se enamoró de su propio reflejo, hasta elpunto de que acabó ahogandose al intentar alcanzarse a si mismo y de su cuerpo nació el primer narciso -la flor-))

Tras el pequeño encontronazo, Guifré se fué a merendar, dandole vueltas, apenas durante unos segundos, a ese tal narciso, bufó al desistir, ése maldito Aliazars no merecía respeto, ni siquiera se le entendía cuando hablaba y no podía aguantar la rabia que le daba que alguien tan raro como él fuera tan bueno con la mágia, ¡era intolerable! Pero el tiempo pondría las cosas en su sítio, el se convertiría en un as del Quidditch y estaba convencido que Aliazars, con toda su habilidad, jamás pasaría de ser un mero chupatintas.

Se sentó en la mesa de Gryffindor, donde sabía que le habían oido mientras molestaba a Aliazars y exhibió una sonrisa encantadora mientras se preparaba el bol de gachas.

Al poco Aliazars sacó disimuladamente la varita, una elegante pieza de madera de olivo pulida y tallada con motivos vegetales, en su interior guardaba esquirlas de cuerno de unicornio. Con la otra mano sacó un pequeño espejo de mano y se concentré, mientras buscaba la situación de Guifré.

Al encontrarlo sonrió, esperó al momento oportuno y murmuró en voz muy baja:

- Wingardium Leviosa

El bol de gachas se giró bruscamente derramando todo su contenido sobre Guifré cuando éste ponía la cuchara sobre el bol, enseguida estallaron risas en la mesa Gryffindor haciendo que los comensales de las otras casas miraran hacia la fuente de las risas, Guifré apenas enrojeció de vergüenza y mostrando su mejor sonrisa comentó:

-estas gachas son muy pesadas para el estomago- provocando un torrente de risas y poniendo la situacion a su favor, dirigió una significativa mirada a Aliazars acompañándola de una sonrisa de superioridad.

Aliazars hizo una mueca de desesperación, no había manera, hiciera lo que hiciera siempre perdía aun cuando el plan fuera ejecutado a la perfección. Rara vez recurria a la magia para estos menesteres, pero tras varios dias especialmente duros con Guifré atacandolo constantemente se había hartado y ni así, tenía que elaborar una mejor defensa, puesto que el ataque estaba claro que no servía de nada... por el momento.

Le asqueaba el montón de gachas encima,menos mal que había reaccionado rápidamente volviendo la situación favorable, aun no era capaz de comprender como Aliazars, desde tan lejos, había sido capaz de llevar a cabo su treta...

Pero el accidente redundaba en su favor, su popularidad iba en aumento y con ello conseguiría una mayor fuerza para torturar a Aliazars, iba a pagar el echarle la masa pastosa de gachas encima, era necesario preparar la siguiene tanda de burlas... se sonrió a si mismo.