Descubrimiento indeseado

Hacia un par de semanas que había empezado las clases y estaba harta de las miradas de los alumnos de las otras casas, no entendía del todo porque tenían que mirar a los Slytherin de la manera en que la hacían, es que acaso había algo malo en esta casa. Suspire con resignación solo hacia un mes que me encontraba en este país y estaba cansada de él, pero había sido decisión de mis padres el regresar para que pudiera estudiar en Hogwarts como lo había hecho mi padre cuando era joven.

Aún quedaban algunos alumnos tanto de Slytherin como de Hufflepuff por el pasillo, pues solo hacia dos minutos que la clase de Encantamientos había terminado. Me aparte acercándome a una de las paredes, me apoye en esta y me senté en el suelo. En cuanto estuve sentada rebusque en la mochila el libro que me había regalado mi padre para mi cumpleaños que trataba sobre seres mitológicos y hadas, me alegre mucho cuando me lo regalo e hice bien en traérmelo para momentos como este.

Cuando saque el libro observe que había algo metido dentro, tuve una extraña sensación de lo que podía ser, lo abrí por donde se encontraba lo que había dentro para encontrarme con un comic de Marvel, como detestaba esos comics y sus superhéroes.

-Otra vez lo ha hecho ese maldito-bufé molesta-Ahora tendré que revisar todos mis libros favoritos para comprobar si hay más comics de superhéroes-me quede mirando el comic con asco, no es que me desagradara del todo; pero cuando desde bien pequeña te intentan ser fan de algo que no te apasiona terminas detestándolo-Tendré que buscar a algún muggle que le interesen estos comics o poner alguna nota para ver si a alguien les interesaría-volví a bufar-La suerte no me acompaña.

La clase había terminado hacía un par de minutos, y gran parte de la clase - por no decir todo el mundo - estaba ya fuera, dirigiéndose hacia cualquier otro lugar que no fuese aquel en el que habían estado hacía escasos segundos. Catrina terminaba de introducir las cosas en su maleta con su habitual parsimona, sonriendo tranquilamente y tarareando la última canción cuya letra - cedida cordialmente por Steven - trataba de aprenderse. De momento sólo se sabía el estribillo, pero teniendo en cuenta que la había recibido esa misma mañana...

Se colgó la correa del hombro y salió del habitáculo con paso calmo, caminando por el pasillo con la mirada distraída, toqueteándose el lápiz que sujetaba fuertemente el moño en el que tenía recogido el cabello. De pronto se percató de una figura que le resultaba familiar apoyada contra la pared, mirando un pequeño librito con mala cara, como si fuese cosa non grata en su presencia.

Con algo de curiosidad se acercó y casi se le salieron los ojos de sus órbitas al verlo. Se puso de cuclillas a su lado y le echó un vistazo por encima de los brazos de la chica que lo sujetaba, de la que pasó olímpicamente hasta el momento en que consiguió identificar el cómic.

-¡Este es un número especial!- murmuró, sonriente- ¿Puedo cogerlo?- se lo cogió de las manos casi sin esperar su respuesta, hojeándolo- Todavía huele a nuevo...- parecía una niña con una muñeca nueva. Entonces se giró y encaró a la muchacha. Su apellido era Jones, de eso estaba segura, pero no conseguía recordar el nombre con semejante tesoro en las manos- ¿Es tuyo?- se lo devolvió- Siento haberlo cogido sin permiso... pero llevo buscando ese tanto tiempo que casi me ha dado algo malo- volvió a colocarse a su altura y se echó el pequeño mechón que se había dejado suelto en el lado izquierdo- Soy Catrina Lowe, encantada de conocerte, Jones.

-¡Este es un número especial! ¿Puedo cogerlo?

Tras oír esas palabras note como me arrebataban el comic de las manos, con lo que alce la vista para ver de quien se trataba. Era una chica y por el escudo que llevaba en la túnica era de Hufflepuff, aunque no era de mi curso pues no me sonaba de haberla visto en ninguna de las clases que compartía con los alumnos de esa casa.

-Todavía huele a nuevo...

Que el comic oliera a nuevo era normal, pues seguramente su padre se lo habría comprado poco antes de que se marcharan de Estados Unidos y como ella no lo había tocado hasta ese momento, pues era razonable que oliera a nuevo.

-¿Es tuyo?-me preguntó mientras me lo regresaba, para seguidamente disculparse por haberlo cogido sin permiso.

Así que esta chica buscaba este numero, mire el comic con atención y supuse que no pasaría nada si se lo daba, pues siempre podía inventarme cualquier cosa sobre porque no lo tenía. Además de que mi padre podría conseguir otro si es que había más del mismo numero.

-Si, es mío-afirme a su pregunta dirigiéndole la mirada-,o se puede decir de esa manera que lo es-suspire-Digamos que no soy fan de los comics americanos, cosa que para mi padre es pecado. Pues según él como americana que soy debería adorarlos, pero sinceramente prefiero la literatura inglesa-comenté mientras señalaba el libro-En especial las obras de este autor y se puede decir que las tengo casi todas, porque cada año mi otro padre siempre me regala algún libro de este autor o de cualquier autor británico dependiendo las novedades que haya durante ese año-le explique aunque no sabía si eso a la chica le interesaría y si no le habría liado al mencionar a mis dos padres.

Entonces la chica se presento, se llamaba Catrina Lowe, el cual era un nombre muy bonito o al menos mejor que su segundo nombre a su parecer.

-Encantada Catrina-hice una ligera reverencia con la cabeza-Soy Aeryn April Jones, aunque parece que mi apellido ya te lo sabias-agregue-Puedes llamarme Aeryn si te es más cómodo, lo que eso sí, si es posible no me llames April-aclaré con seriedad.

Estuve en silencio durante unos minutos, hasta que volví a dirigir la mirada al comic.

-Has dicho que lo buscabas, ¿verdad?-le cuestione mientras le mostraba el comic-, pues si quieres te lo puedes quedar-se lo ofrecí-No pienso leerlo y como te he comentado no me apasionan estas cosa; así que para que se quede cogiendo polvo mejor que lo tenga alguien que sabrá apreciarlo mejor-sonreí.

Como había supuesto, el comic era suyo. Catrina se llevó las manos a la espalda y la escuchó, sonriente, cómo hablaba de su padre, quién casi la obligaba a leer esos comics por ser una americana. Parpadeó, sorprendida. ¡Así que era estadounidense! ¡Qué genial! Nunca había conocido a nadie que no fuese nacido en el Reino Unido... seguramente podría contarle muchas cosas interesantes sobre su país originario. Le comentó también que prefería un buen libro, sobre todo literatura inglesa, y eso la hizo sonreír. ¡Otra amante de los libros! ¡Qué pequeño era el mundo! ¿Dónde se habían metido las personas interesantes de ese colegio durante todo ese tiempo?

-En especial las obras de este autor y se puede decir que las tengo casi todas, porque cada año mi otro padre siempre me regala algún libro de este autor o de cualquier autor británico dependiendo las novedades que haya durante ese año.

Espera. ¿Había dicho... otro padre? Aquello la dejó helada. ¿Esa chica tenía dos padres? ¿Acaso eran como Red y por eso...? ¿También sería adoptada? Negó un poco con la cabeza. No quería importunarla con sus preguntas curiosas tan pronto; decidió que era mejor esperar a que la conversación siguiese para tener la confianza suficiente como para abordar esos temas.

"Mírate" pensó, riéndose para dentro "Haces tres amigos nuevos y te crees experta en estos temas... Increíble."

-Encantada, Catrina. Soy Aeryn April Jones, aunque parece que mi apellido ya te lo sabías- ¡Aeryn! Eso, ese era su nombre. Últimamente su cabeza estaba raqueteando un poco, ya que le costaba recordar algunos nombres- Puedes llamarme Aeryn si te es más cómodo, lo que eso sí, si es posible no me llames April.

-Encantada, Aeryn. Y no te preocupes. Si es necesario, ni si quiera recordaré que tu segundo nombre es April- le sacó la lengua.

Se hicieron unos minutos en el que el silencio se personó ante ambas, ya que le parecía que Aeryn le quería decir algo pero no atinaba a hacerlo del todo, hasta que, al final, le ofreció su comic. Para ella. Para dárselo. Ese número que tantísimo había buscado y que nunca había hayado en ninguna parte. ¡Y encima directo desde América! Lo único que pudo pensar, entre los saltos y los abrazos eufóricos que le dio a la chica, era que Steven se iba a morir de la envidia.

-¡Gracias, gracias, gracias, gracias! No sabes la de tardes que he perdido buscándolo- lo cogió como si se tratase de un tesoro una vez la hubo soltado, y hojeó sus páginas con verdadera demovoción- Las ilustraciones son geniales...- su rostro brillaba, radiante- ¡Muchísimas gracias, Aeryn! ¡Si alguna vez puedo hacer algo por ti no dudes en pedírmelo ni un segundo!

Giró sobre sí misma y guardó el cómic con muchísimo cuidado en su mochila, dentro de uno de los libros, por si algún tintero se habría, que no cayese sobre su preciada adquisición. Estaba tan pletórica y feliz que podría haber saltado por todo el pasillo y haber llegado al techo sin problemas.

-Dime, Aeryn. ¿De qué parte de Estados Unidos vienes?- la invitó a caminar con ella un poco haciendo un gesto con la mano y avanzando un par de pasos- Sé que es un país enorme, porque he visto muchos mapas, pero nunca había conocido a alguien originario de allí. ¿Naciste en tierras norteamericanas o te mudaste allí después?

Aeryn noto como la expresión de la otra chica cambiaba cuando menciono su otro padre, suspiro, siempre era lo mismo porque la gente no podía entender que no era tan raro que las personas tuvieran dos padres, aunque claro es que en su caso la situación era un poco más extraña de lo habitual. Espero a ver si la chica le preguntaba sobre ello, pero al no hacerlo se encogió de hombros, si tenía curiosidad seguro que tarde o temprano se lo preguntaría.

-No hace falta que te olvides de mi nombre, es solo que este nombre…-se quedo pensativa durante unos segundos-April, me lo puso Nathan, mi padre de origen americano y amante de todo lo de allí-dirigió un segundo la mirada al libro y también al comic-El nombre en si me gusta, el problema está en que nací el primero de abril, día que tanto en Inglaterra como en Estados Unidos se le suele denominar “April fools” con lo que eso hace que mi segundo nombre de lugar a bromas que no me gustan en absoluto-explicó tranquilamente volviendo a mirar a la chica.

Cuando le dijo que podía quedarse con el comic, no se espero tal reacción por parte de Catrina, la cual la abrazo con euforia haciendo que se sintiera un poco cohibida por la otra. Normalmente no solía recibir ese tipo de trato por la gente y el ser abrazada por la otra hizo que se sonrojara ligeramente.

-No tienes que darme las gracias-susurró aun un poco cohibida-Como te he dicho no le voy a dar ningún uso-se la quedo mirando fijamente-¿Hacer algo por mi?-le pregunto extrañada y parpadeando un par de veces.

Se puso en pie para caminar al lado de Catrina.

-Dime, Aeryn. ¿De qué parte de Estados Unidos vienes? Sé que es un país enorme, porque he visto muchos mapas, pero nunca había conocido a alguien originario de allí. ¿Naciste en tierras norteamericanas o te mudaste allí después?

-Soy del estado de Pensilvania, la ciudad en la que vivía era Filadelfia-respondió tranquilamente mientras le dirigía la mirada a la chica- Nací allí y también crecí allí, esta es la primera vez que visito Inglaterra desde que nací. Aunque mi padre Neil si que nació aquí, aparte de estudiar en Hogwarts, por eso ahora estoy aquí-explico y se quedo unos segundos en silencio-Se que quizás lo normal es que hubiera estudiado en una escuela de magos de América, pero como solo Neil es mago pues le hizo prometer a mi otro padre que es muggle que cuando me llegara la edad de estudiar en un colegio para magos nos viniéramos a vivir aquí.-sonrió recordando cuando llegaron a Londres y lo emocionada que estaba por estar por fin en la tierra que tanto quería visitar, pero recordó de golpe que quizás durante las vacaciones tendría que regresar a los Estados Unidos para pasar las fiestas con el resto de sus parientes. Suspiro-Por tu anterior reacción he de suponer que te encantan los comics americanos, si quieres cuando le vuelva a escribir a mi padre, puedo comentarle de que te he conocido y quizás conseguir que me consiga algún comic más que te pueda faltar-le comentó, normalmente no haría ese tipo de cosas pero Catrina le había caído bien.