Nombre:Katherin Agger
Edad: 15 años
Cumpleaños:16 de Junio
País: Escocia (donde nació), Londres (actual residencia)
Sangre: Sangre limpia
Mascota:Un gatito llamado Lito, el pelaje del gato es amarillo y tiene los ojos verdes.
Descripción Física: Cabello rubio y largo que le llega hasta la mitad de la espalda, suele llevar dos lazos rojos atados a los lados. Sus ojos son verdes esmeralda. Tiene una complexión normal, no está ni muy delgada ni gruesa. De estatura mide 166 cm.
Personalidad: Es muy tímida con toda persona que no conoce, con los conocidos depende del grado de confianza que le tenga, pero cuando tiene mucha confianza la timidez desaparece. Es una chica muy responsable y nunca incumple las normas. No le gusta discutir con la gente y menos ver como otros discuten, porque eso le hace sentir muy triste. Uno de sus defectos es que llora con mucha facilidad, sea por felicidad como por tristeza.
Historia
Era mi séptimo cumpleaños y madre me había prometido como regalo de cumpleaños llevarme al Zoológico de Londres a ver los animales. Estaba muy emocionada porque en los seis meses que llevábamos viviendo en Londres no habíamos visitado muchos lugares. El motivo principal de que no nos hubiéramos movido mucho por Londres, o mejor dicho visitado muchos lugares culturales era porque ambas éramos brujas y era algo que teníamos que mantener oculto; y más cuando estábamos llevando una vida de muggles. Mi madre trabajaba en una de las agencias mas importantes de abogados de toda la ciudad y siempre estaba en algún que otro caso; en mi caso hacía una vida como la de cualquier niño de mi edad.
Justo cuando me estaba poniendo un vestido amarillo con flores de varios colores que me había mandado la abuela, que vivía en Dinamarca, como regalo de cumpleaños oí como llamaban a la puerta. Me puse a vestir más rápido mientras pude oír como madre abría la puerta y saludaba a alguien que le hizo pasar.
-¡Katherin!-me llamo mi madre poco después de cerrar la puerta.
-¡Ahora mismo bajo mama!-le grite mientras terminaba de ponerme unos zapatos negros que venían con el vestido amarillo que me mandaba la abuela. En cuanto los tuve calzados baje rápidamente las escaleras.
Cuando entre en el salón vi como mi madre terminaba de preparar la cesta de la comida, íbamos a comer en el mismo zoológico, entonces vi que había una chica de cabello castaño y ojos negros sentada en el sofá, era mi mejor amiga Alice. Ella era la única de toda la clase de mi escuela que no se reía de mí por mi acento escocés; el resto de la clase se mofaba por ello. Pero no podía hacer nada y más cuando hasta hacia seis meses había estado viviendo allí. Mi madre en cambio no tenía ese acento, porque ella no había nacido ni crecido en Escocia, ella procedía de Dinamarca y había estado viviendo allí hasta seis meses antes de mi nacimiento.
Alice al verme se levanto del sofá y se me acerco para abrazarme y desearme feliz cumpleaños. Entonces se fue hacia la mochilita que había traído con ella y de esta saco un pequeño paquete envuelto en color azul claro, mi color favorito, seguidamente se me acerco.
-Espero que te guste-me dijo con una sonrisa mientras me lo entregaba.
-Gracias-le dije mientras lo cogía y empezaba a abrirlo, note que Alice me miraba con mucha expectación con lo que hizo que me preguntara que podría ser. Termine de quitar el papel y abrí la cajita para ver que había dentro. Al ver lo que había me quede totalmente perpleja-¿En serio es para mí?-le pregunte a mi amiga, esta afirmo con la cabeza-¡Muchísimas gracias!-me lance sobre ella mientras empecé a llorar de felicidad.
En ese momento mi madre se acerco para ver que era el regalo y cuando vio que era una pulsera le pregunto a Alice si no creía que se había excedido un poco con el regalo, pero ella le contesto que era su mejor amiga y que me merecía esto y mucho más. Al oír sus palabras me cuestione que me regalaría cuando fuera unos años mayor.
Pocos minutos después las tres nos encontrábamos montadas en el coche de mi madre y de camino al zoológico. En ese rato de casa al zoológico le explique a Alice que la tarde anterior había visto el programa del que todas las chicas de clase hablaban, ella me respondió que no lo había podido ver aún porque a las horas que lo hacían su hermano mellizo y su padre se dedicaban a ver un programa de lucha libre. Entonces le dije que en cuanto tuviera una oportunidad para verlo que lo viera, porque el programa era muy bonito. Este se basaba en que unas chicas y unos chicos se tenían que conocer y formar parejas, con lo que el público tenía que elegir a la chica y el chico que formaran la mejor pareja demostrando que se querían. Cuando termine de explicarle a Alice el programa mi madre se río, porque me había emocionado mucho mientras explicaba el programa y me dijo que no hacía falta que me emocionara tanto; tras eso no pude evitar sonrojarme y mi amiga se río de mi cara con lo que no pude evitar sentirme un poco mal y que se me escaparan un par de lagrimas. Alice al ver mi reacción me abrazo y me comento que no me pusiera de esa manera, porque sólo había sido una pequeña broma. Le di las gracias por animarme y poco después llegamos al zoológico.
Durante toda la mañana nos dedicamos a ver las secciones de los monos que habían de todos los tipos y tamaños, los que más nos gustaron a Alice y a mi fueron unos bien chiquititos denominados Titis, a los que pudimos alimentar porque tuvimos la suerte de que el chico que los tenía que alimentar conocía a mi madre y este en compensación por un favor que le hizo mi madre nos dejo ayudarle con los monitos, eran preciosos lo único malo es que no les gustaba mucho que les tocara la gente, pero aun así estuvimos muy cerca de ellos y madre nos hizo varias fotos junto a ellos. Después de los monos fuimos a ver las aves donde vimos un espectáculo donde unos guacamayos montaban bicicletas en miniatura y hacían todo lo que los amaestradores les pedían. Tras eso nos tuvimos que dar un poco de prisa para poder ver el espectáculo de los delfines, llegamos justas para poder sentarnos y ver como empezaba el espectáculo que fue precioso y vimos como los delfines hacían miles de piruetas y sonidos preciosos.
Cuando el espectáculo de los delfines termino nos marchamos a comer a uno de las zonas que había en el zoológico llena de mesas donde los visitantes podíamos sentarnos y comer tranquilamente. Una vez estuvimos sentadas en una mesa sacamos de la cesta de la comida los sándwiches que había preparado mi madre por la mañana mas la bebida que había comprado el día anterior. Mientras comíamos le pregunte si nos dejaría ir a Alice y a mí a un parque que había visto cerca de la zona para que fuéramos a jugar un rato allí, mi madre nos dio permiso pero que antes teníamos que terminar de comer. En cuanto terminamos de comer nos fuimos rápidamente al parque que tenía varios columpios y un tobogán muy grande, como iba con vestido le dije a Alice que al tobogán no me podía subir así que nos dirigimos a los columpios que en ese momento estaban vacios nos montamos en ellos y estuvimos como unos diez minutos divirtiéndonos mucho. Hasta que aparecieron unas personas que arruinaron la diversión.
-Chicos mirad quien tenemos aquí, pero si es la llorona de la clase-oí como decían a mi espalda con lo que me pare en seco en el columpio y me gire para ver de quien se trataba, al ver que era Glen, un chico rubio de ojos negros que estaba en mi clase del colegio y que siempre se metía conmigo por mi forma de hablar y porque siempre terminaba llorando.
-Deja a Kat en paz, Glen-le dijo Alice mientras se bajaba del columpio y se acercaba un poco a Glen-Ella no te ha hecho nada para que te metas con ella, así que déjala tranquila-lo miro con enojo cuando estaba a un par de pasos del chico.
-Oh, vamos Alice no seas así-respondió con burla Glen, mientras apartaba a Alice de su camino y se me acercaba-Sabes perfectamente que no lo puedo evitar, además de que la propia presencia de ella me obliga a comportarme de esta manera-me miraba de una forma que nunca antes le había visto, con lo que me entro miedo y empecé a retroceder.
Mientras me iba retrocediendo sin mirar para atrás mi miedo iba aumentando y solo podía pensar en que no me hiciera nada malo, cuando vi que Glen aumentaba la velocidad de su paso hice lo mismo con la mala suerte que me tropecé con un bordillo con lo que termine cayendo de culo al suelo, eso hizo que el chico se riera de mí y en ese momento no puede reprimir mas las lagrimas con lo que me puse a llorar. En uno de los m omentos en que tenía los ojos abiertos vi que estaba muy próximo entonces sin poder evitarlo grite “¡NO!” mientras me cubría y lo que paso a continuación fue que Glen salió disparado hacia atrás. Todas las personas que estaban presentes se quedaron sorprendidas por lo que acababan de presencian, en mi caso me puse muy nerviosa y seguidamente de pie para marcharme de prisa hacia donde estaba mi madre, pero no hizo falta porque ella llego inmediatamente y dijo que regresábamos a casa.
Gran parte del trayecto de vuelta a casa lo pasamos en silencio, aunque antes íbamos a pasar por la casa de Alice para dejarla, porque mi madre le había prometido a la madre de Alice que la llevaría de vuelta a casa. La verdad es que el silencio duro hasta que mi madre aparco el coche frente la casa de Alice, para esta se bajara del coche y entrara en su hogar.
-Kat, ¿puedo preguntarte una cosa?-llamo mi atención Alice antes de bajarse del coche y me miraba con seriedad, a su pregunta le dije que si con la cabeza-¿Lo que has hecho antes era magia, verdad?-me quede muda ante su pregunta e inmediatamente me puse a llorar, mi madre no dijo nada simplemente miraba hacia el frente. Alice al verme solo pudo sonreír y abrazarme tiernamente-No me importa si eres diferente y puedes hacer magia, para mí siempre serás mi amiga.
Al oír las palabras de Alice no pude evitar llorar con más fuerza no me esperaba esas palabras de mi amiga y menos que me aceptara tal como era, así que le estuve dando las gracias durante mucho rato hasta que mi madre me dijo que debía dejar a Alice para que entrara a su casa, pero antes de que saliera del coche mi madre le dijo que no le comentara a nadie que éramos. Ella respondió que no nos preocupáramos por nada, le dio las gracias a mi madre por el día que habíamos pasado y salió del coche. En cuanto entro a su casa mi madre puso el coche de nuevo en marcha y regresamos a casa.
Edad: 15 años
Cumpleaños:16 de Junio
País: Escocia (donde nació), Londres (actual residencia)
Sangre: Sangre limpia
Mascota:Un gatito llamado Lito, el pelaje del gato es amarillo y tiene los ojos verdes.
Descripción Física: Cabello rubio y largo que le llega hasta la mitad de la espalda, suele llevar dos lazos rojos atados a los lados. Sus ojos son verdes esmeralda. Tiene una complexión normal, no está ni muy delgada ni gruesa. De estatura mide 166 cm.
Personalidad: Es muy tímida con toda persona que no conoce, con los conocidos depende del grado de confianza que le tenga, pero cuando tiene mucha confianza la timidez desaparece. Es una chica muy responsable y nunca incumple las normas. No le gusta discutir con la gente y menos ver como otros discuten, porque eso le hace sentir muy triste. Uno de sus defectos es que llora con mucha facilidad, sea por felicidad como por tristeza.
Historia
Era mi séptimo cumpleaños y madre me había prometido como regalo de cumpleaños llevarme al Zoológico de Londres a ver los animales. Estaba muy emocionada porque en los seis meses que llevábamos viviendo en Londres no habíamos visitado muchos lugares. El motivo principal de que no nos hubiéramos movido mucho por Londres, o mejor dicho visitado muchos lugares culturales era porque ambas éramos brujas y era algo que teníamos que mantener oculto; y más cuando estábamos llevando una vida de muggles. Mi madre trabajaba en una de las agencias mas importantes de abogados de toda la ciudad y siempre estaba en algún que otro caso; en mi caso hacía una vida como la de cualquier niño de mi edad.
Justo cuando me estaba poniendo un vestido amarillo con flores de varios colores que me había mandado la abuela, que vivía en Dinamarca, como regalo de cumpleaños oí como llamaban a la puerta. Me puse a vestir más rápido mientras pude oír como madre abría la puerta y saludaba a alguien que le hizo pasar.
-¡Katherin!-me llamo mi madre poco después de cerrar la puerta.
-¡Ahora mismo bajo mama!-le grite mientras terminaba de ponerme unos zapatos negros que venían con el vestido amarillo que me mandaba la abuela. En cuanto los tuve calzados baje rápidamente las escaleras.
Cuando entre en el salón vi como mi madre terminaba de preparar la cesta de la comida, íbamos a comer en el mismo zoológico, entonces vi que había una chica de cabello castaño y ojos negros sentada en el sofá, era mi mejor amiga Alice. Ella era la única de toda la clase de mi escuela que no se reía de mí por mi acento escocés; el resto de la clase se mofaba por ello. Pero no podía hacer nada y más cuando hasta hacia seis meses había estado viviendo allí. Mi madre en cambio no tenía ese acento, porque ella no había nacido ni crecido en Escocia, ella procedía de Dinamarca y había estado viviendo allí hasta seis meses antes de mi nacimiento.
Alice al verme se levanto del sofá y se me acerco para abrazarme y desearme feliz cumpleaños. Entonces se fue hacia la mochilita que había traído con ella y de esta saco un pequeño paquete envuelto en color azul claro, mi color favorito, seguidamente se me acerco.
-Espero que te guste-me dijo con una sonrisa mientras me lo entregaba.
-Gracias-le dije mientras lo cogía y empezaba a abrirlo, note que Alice me miraba con mucha expectación con lo que hizo que me preguntara que podría ser. Termine de quitar el papel y abrí la cajita para ver que había dentro. Al ver lo que había me quede totalmente perpleja-¿En serio es para mí?-le pregunte a mi amiga, esta afirmo con la cabeza-¡Muchísimas gracias!-me lance sobre ella mientras empecé a llorar de felicidad.
En ese momento mi madre se acerco para ver que era el regalo y cuando vio que era una pulsera le pregunto a Alice si no creía que se había excedido un poco con el regalo, pero ella le contesto que era su mejor amiga y que me merecía esto y mucho más. Al oír sus palabras me cuestione que me regalaría cuando fuera unos años mayor.
Pocos minutos después las tres nos encontrábamos montadas en el coche de mi madre y de camino al zoológico. En ese rato de casa al zoológico le explique a Alice que la tarde anterior había visto el programa del que todas las chicas de clase hablaban, ella me respondió que no lo había podido ver aún porque a las horas que lo hacían su hermano mellizo y su padre se dedicaban a ver un programa de lucha libre. Entonces le dije que en cuanto tuviera una oportunidad para verlo que lo viera, porque el programa era muy bonito. Este se basaba en que unas chicas y unos chicos se tenían que conocer y formar parejas, con lo que el público tenía que elegir a la chica y el chico que formaran la mejor pareja demostrando que se querían. Cuando termine de explicarle a Alice el programa mi madre se río, porque me había emocionado mucho mientras explicaba el programa y me dijo que no hacía falta que me emocionara tanto; tras eso no pude evitar sonrojarme y mi amiga se río de mi cara con lo que no pude evitar sentirme un poco mal y que se me escaparan un par de lagrimas. Alice al ver mi reacción me abrazo y me comento que no me pusiera de esa manera, porque sólo había sido una pequeña broma. Le di las gracias por animarme y poco después llegamos al zoológico.
Durante toda la mañana nos dedicamos a ver las secciones de los monos que habían de todos los tipos y tamaños, los que más nos gustaron a Alice y a mi fueron unos bien chiquititos denominados Titis, a los que pudimos alimentar porque tuvimos la suerte de que el chico que los tenía que alimentar conocía a mi madre y este en compensación por un favor que le hizo mi madre nos dejo ayudarle con los monitos, eran preciosos lo único malo es que no les gustaba mucho que les tocara la gente, pero aun así estuvimos muy cerca de ellos y madre nos hizo varias fotos junto a ellos. Después de los monos fuimos a ver las aves donde vimos un espectáculo donde unos guacamayos montaban bicicletas en miniatura y hacían todo lo que los amaestradores les pedían. Tras eso nos tuvimos que dar un poco de prisa para poder ver el espectáculo de los delfines, llegamos justas para poder sentarnos y ver como empezaba el espectáculo que fue precioso y vimos como los delfines hacían miles de piruetas y sonidos preciosos.
Cuando el espectáculo de los delfines termino nos marchamos a comer a uno de las zonas que había en el zoológico llena de mesas donde los visitantes podíamos sentarnos y comer tranquilamente. Una vez estuvimos sentadas en una mesa sacamos de la cesta de la comida los sándwiches que había preparado mi madre por la mañana mas la bebida que había comprado el día anterior. Mientras comíamos le pregunte si nos dejaría ir a Alice y a mí a un parque que había visto cerca de la zona para que fuéramos a jugar un rato allí, mi madre nos dio permiso pero que antes teníamos que terminar de comer. En cuanto terminamos de comer nos fuimos rápidamente al parque que tenía varios columpios y un tobogán muy grande, como iba con vestido le dije a Alice que al tobogán no me podía subir así que nos dirigimos a los columpios que en ese momento estaban vacios nos montamos en ellos y estuvimos como unos diez minutos divirtiéndonos mucho. Hasta que aparecieron unas personas que arruinaron la diversión.
-Chicos mirad quien tenemos aquí, pero si es la llorona de la clase-oí como decían a mi espalda con lo que me pare en seco en el columpio y me gire para ver de quien se trataba, al ver que era Glen, un chico rubio de ojos negros que estaba en mi clase del colegio y que siempre se metía conmigo por mi forma de hablar y porque siempre terminaba llorando.
-Deja a Kat en paz, Glen-le dijo Alice mientras se bajaba del columpio y se acercaba un poco a Glen-Ella no te ha hecho nada para que te metas con ella, así que déjala tranquila-lo miro con enojo cuando estaba a un par de pasos del chico.
-Oh, vamos Alice no seas así-respondió con burla Glen, mientras apartaba a Alice de su camino y se me acercaba-Sabes perfectamente que no lo puedo evitar, además de que la propia presencia de ella me obliga a comportarme de esta manera-me miraba de una forma que nunca antes le había visto, con lo que me entro miedo y empecé a retroceder.
Mientras me iba retrocediendo sin mirar para atrás mi miedo iba aumentando y solo podía pensar en que no me hiciera nada malo, cuando vi que Glen aumentaba la velocidad de su paso hice lo mismo con la mala suerte que me tropecé con un bordillo con lo que termine cayendo de culo al suelo, eso hizo que el chico se riera de mí y en ese momento no puede reprimir mas las lagrimas con lo que me puse a llorar. En uno de los m omentos en que tenía los ojos abiertos vi que estaba muy próximo entonces sin poder evitarlo grite “¡NO!” mientras me cubría y lo que paso a continuación fue que Glen salió disparado hacia atrás. Todas las personas que estaban presentes se quedaron sorprendidas por lo que acababan de presencian, en mi caso me puse muy nerviosa y seguidamente de pie para marcharme de prisa hacia donde estaba mi madre, pero no hizo falta porque ella llego inmediatamente y dijo que regresábamos a casa.
Gran parte del trayecto de vuelta a casa lo pasamos en silencio, aunque antes íbamos a pasar por la casa de Alice para dejarla, porque mi madre le había prometido a la madre de Alice que la llevaría de vuelta a casa. La verdad es que el silencio duro hasta que mi madre aparco el coche frente la casa de Alice, para esta se bajara del coche y entrara en su hogar.
-Kat, ¿puedo preguntarte una cosa?-llamo mi atención Alice antes de bajarse del coche y me miraba con seriedad, a su pregunta le dije que si con la cabeza-¿Lo que has hecho antes era magia, verdad?-me quede muda ante su pregunta e inmediatamente me puse a llorar, mi madre no dijo nada simplemente miraba hacia el frente. Alice al verme solo pudo sonreír y abrazarme tiernamente-No me importa si eres diferente y puedes hacer magia, para mí siempre serás mi amiga.
Al oír las palabras de Alice no pude evitar llorar con más fuerza no me esperaba esas palabras de mi amiga y menos que me aceptara tal como era, así que le estuve dando las gracias durante mucho rato hasta que mi madre me dijo que debía dejar a Alice para que entrara a su casa, pero antes de que saliera del coche mi madre le dijo que no le comentara a nadie que éramos. Ella respondió que no nos preocupáramos por nada, le dio las gracias a mi madre por el día que habíamos pasado y salió del coche. En cuanto entro a su casa mi madre puso el coche de nuevo en marcha y regresamos a casa.
Última edición por Katherin el Lun Jul 27, 2009 9:07 pm, editado 2 veces