por Ryan Regan Miér Ago 19, 2009 12:57 pm
En mi casa o bueno, conocía a algunos mestizos al igual que yo. Aunque ninguno de ellos tenía un padre que cada vez que echaban Formula 1 obligaba a sus hijos a verlos con él, o una hermana squib que daba más miedo que una Banshee enfadada, aunque claro tenía mejor aliento. Erin jamás había superado del todo no poder hacer magia, pero aún así disfrutaba yendo al callejón Diagon, también en Honeyducks y visitando algunos pueblos mágicos, ser muggle no te priva de disfrutar de la magia aunque no puedas realizarla, esa era una frase que nuestro padre repetía muchas veces, ya que aunque no podía hacer magia los hechizos limpiadores de mi madre siempre resultaban muy útiles, sobre todo para las manchas de tinta de la ropa.
- Así que tienes dos hermanos – escuché la voz de Agger que me sacó de mi ensoñación – y uno de cada, uno mayor y otro menor, y encima chico y chica. Que suerte que tienes, en mi caso sólo tengo un hermano mayor que también estudia aquí aunque no vivimos en la misma casa – me encogí de hombros.
- Suerte, suerte lo que se dice suerte... cuando tienes un hermano pequeño llegas a comprender por que tus hermanos mayores a veces acaban asqueados de ti, sobre todo si sólo os lleváis cuatro o cinco años – medio sonreí -. Mas de una vez Neil a acabado empapado por culpa de querer jugar conmigo – cerré los ojos.
- ¿Tú hermana estudia en escuelas muggles? ¿No ha querido venir aquí o es porque no es bruja? – directa al tema, una sinceridad que podría resultar aplastantemente incómoda - ¡Ay! Lo siento, no era mi intención preguntar eso, es que a veces no me doy cuenta y digo las cosas sin pensar – negué con la cabeza.
- La verdad es que tienes razón – era normal hablar de la condición de mi hermana, sobre todo después de tantos años -. Ella es squib, así que siguió estudiando en el colegio y el instituto, en cierta forma es envidiable, cuando Neil reciba la carta de Hogwarts tendrá que dejarlo como hice yo – la miré de lado -. Estudiábamos ambos en escuelas muggles, nuestro padre lo quería, así que eso hemos hecho, al venir a Hogwarts tenemos que dejar todo eso, amigos, compañeros... aunque como es con 11 años, pero siempre es bueno volver – sonreí – porque aunque pasen años puedes verlos en verano, no es lo mismo – rodé los ojos – pero es lo que hay.
- ¿Cuándo te refieres a asignaturas que no das, te refieres a las de los colegios muggles? – asentí con la cabeza, había asignaturas que me gustaban y sobre todo eran sencillas -. No por ser una familia mezcla mago-muggle tiene porque llevarse mal las cosas, muchos magos y brujas hoy en día saben adaptarse muy bien a la vida muggle y lo mismo con estos últimos – comentó -. Mi madre lleva un poco másde 15 años viviendo entre muggles y nunca ha tenido problemas para adaptarse a ellos – terminó sonriendo y yo solté una risita.
- Bueno ‘problemas’, seguro que tu madre no va diciendo ‘Por Merlín’ o ‘Por Morgana’ con muggles – volví a reír – mi padre lleva años oyéndolo, así que ya se ha acostumbrado... Además no es que en mi casa vivamos de forma mágica o de forma muggle. Mi madre trabaja en el Ministerio de Magia y mi padre es abogado, cada uno trabaja en su mundo – miré al cielo – al igual que mi madre jamás entenderá que tiene de entretenido la Formula 1 mi padre jamás entenderá el Quidditch y llevan más de 18 años juntos –suspiré – es cuestión de adaptarse, sino lo hiciera mi padre se habría vuelto loco cuando uno de sus hijos inunda la casa y el otro prende fuego a las cortinas – acaricié la cabeza de Calcetines.