Qué bonito sonaba eso de "pensar las cosas antes de decirlas." Era música más que sonada en sus oídos, puesto que todos a su alrededor, todos los que le importaban, solían decírselo constantemente, que era demasiado lanzada, que pensaba demasiado poco en las consecuencias de sus palabras y que debía pararse un poco más a reflexionar sobre lo que iba a soltar. Pero era algo que, simplemente, no podía hacer. Prefería decir las cosas tal y como se le venían para, ni engañarse a sí misma ni engañar a nadie. Al menos así lo veía ella.
-Cualquier cosa influye en lo que vas a decir- murmuró por lo bajo, procurando que no la escuchase.
No le apetecía que siguiese echándole la bronca por algo sobre lo que no había reflexionado antes de decir. En realidad no le apetecía que se la echase por nada, pero reconocía que se había equivocado al decir aquella frase y por eso guardaba silencio, por eso no le cortaba ni le replicaba nada de lo que le decía. Sólo escuchaba, cabizbaja, y esperaba a que terminase para comenzar a hablar ella sobre todo lo que se le estaba pasando por la cabeza.
-¿Qué soy mucho y diferente?
-Sí- susurró- Lo eres. Eres mi primer amigo en Hogwarts... siempre es algo que resulta diferente. No sé si puedes comprenderlo...
No alzó la cabeza hasta que, tras abrazarlo, Damon le dijo que no lo hubiese abrazado, y lo observó con el ceño fruncido.
-¡Encima!- fue lo único que pudo decir, y se le escapó de los labios, que se apresuró en cubrir con las manos. No le apetecía empeorar la situación.
-Aunque te lo agradezco. Eres la primera persona que me abraza en muchísimo tiempo.
Volvió a agachar el rostro y suspiró ella también. En el ambiente seguía habiendo una tensión extraña que no sabía cómo disipar y que la estaba haciendo sentirse de lo más incómoda, como hacía tiempo que no se sentía junto a nadie.
"No debí haber dicho eso..."
-No eres la única- dijo, respondiendo a su afirmación de que llevaba todo el día haciendo cosas impropias de su persona- Aunque eso de que es divertido no sabría decirte, pero sí que admito que las cosas buenas han sido agradables.
Le sacó la lengua un poco aunque no le miró, consiguiendo sonreír levemente, soltando una risilla.
-Sí... agradables- se frotó los brazos en un acto reflejo- Ah...- suspiró, apesadumbrada- de verdad que siento haber dicho eso. No quería que la conversación acabase así, y me temo que vamos a chocar muchas veces, Damon- cerró los ojos- Tendrás que tener una cierta paciencia conmigo, me temo...- separó los párpados- Gracias por el abrazo- susurró, después de todo, algo cortada- A mí también hacía mucho que nadie intentaba abrazarme... y yo me dejaba. Quizás incluso lo echaba de menos. Aunque tampoco me quejo, a fin de cuentas... si es de esta forma es por mi propia culpa y no por otra cosa...
Se quedó unos segundos mirando la nada, meciéndose sobre sí misma, abrazada a sus piernas.
-¿La última persona en abrazarte fue tu hermana?- preguntó, volviendo a colocar los ojos sobre él- Oye... ¿cómo te reencontraste con ella? ¿Cómo la reconociste?
-Cualquier cosa influye en lo que vas a decir- murmuró por lo bajo, procurando que no la escuchase.
No le apetecía que siguiese echándole la bronca por algo sobre lo que no había reflexionado antes de decir. En realidad no le apetecía que se la echase por nada, pero reconocía que se había equivocado al decir aquella frase y por eso guardaba silencio, por eso no le cortaba ni le replicaba nada de lo que le decía. Sólo escuchaba, cabizbaja, y esperaba a que terminase para comenzar a hablar ella sobre todo lo que se le estaba pasando por la cabeza.
-¿Qué soy mucho y diferente?
-Sí- susurró- Lo eres. Eres mi primer amigo en Hogwarts... siempre es algo que resulta diferente. No sé si puedes comprenderlo...
No alzó la cabeza hasta que, tras abrazarlo, Damon le dijo que no lo hubiese abrazado, y lo observó con el ceño fruncido.
-¡Encima!- fue lo único que pudo decir, y se le escapó de los labios, que se apresuró en cubrir con las manos. No le apetecía empeorar la situación.
-Aunque te lo agradezco. Eres la primera persona que me abraza en muchísimo tiempo.
Volvió a agachar el rostro y suspiró ella también. En el ambiente seguía habiendo una tensión extraña que no sabía cómo disipar y que la estaba haciendo sentirse de lo más incómoda, como hacía tiempo que no se sentía junto a nadie.
"No debí haber dicho eso..."
-No eres la única- dijo, respondiendo a su afirmación de que llevaba todo el día haciendo cosas impropias de su persona- Aunque eso de que es divertido no sabría decirte, pero sí que admito que las cosas buenas han sido agradables.
Le sacó la lengua un poco aunque no le miró, consiguiendo sonreír levemente, soltando una risilla.
-Sí... agradables- se frotó los brazos en un acto reflejo- Ah...- suspiró, apesadumbrada- de verdad que siento haber dicho eso. No quería que la conversación acabase así, y me temo que vamos a chocar muchas veces, Damon- cerró los ojos- Tendrás que tener una cierta paciencia conmigo, me temo...- separó los párpados- Gracias por el abrazo- susurró, después de todo, algo cortada- A mí también hacía mucho que nadie intentaba abrazarme... y yo me dejaba. Quizás incluso lo echaba de menos. Aunque tampoco me quejo, a fin de cuentas... si es de esta forma es por mi propia culpa y no por otra cosa...
Se quedó unos segundos mirando la nada, meciéndose sobre sí misma, abrazada a sus piernas.
-¿La última persona en abrazarte fue tu hermana?- preguntó, volviendo a colocar los ojos sobre él- Oye... ¿cómo te reencontraste con ella? ¿Cómo la reconociste?